La Electronic Frontier Foundation (EFF) ha publicado una nueva entrega de su ya icónico boletín informativo, EFFector, con el cual busca mantener a sus lectores informados sobre los últimos desarrollos en derechos digitales. Este boletín, que se ha generado por más de tres décadas, se ha consolidado como una herramienta esencial para aquellos que buscan comprender el complejo entretejido de la tecnología, las libertades civiles y el marco legal vigente.
En la edición más reciente del boletín, EFF proporciona una curaduría de los diez recursos principales en seguridad digital, destinados a quienes se preocupan por la protección de sus derechos en el ámbito digital, especialmente en el contexto de cambios políticos inminentes de cara al nuevo año. Esta información resulta vital para aquellos que desean seguir una resolución de año nuevo: mantenerse al día con las mejores prácticas de privacidad en línea.
El boletín también trae a colación un importante proyecto de ley que tiene el potencial de terminar con las demandas estratégicas contra la participación pública (SLAPP, por sus siglas en inglés). Estas demandas han sido empleadas para coartar la voz de críticos mediante litigios legales excesivos, que en muchos casos buscan más acallar que resolver disputas legítimas.
Por otro lado, EFF resalta su reciente informe «amicus curiae», defendiendo la postura de que las búsquedas de dispositivos electrónicos en las fronteras deben requerir una orden judicial. Este es un tema de larga data para la organización, que continuamente defiende la idea de que sin una orden, estas inspecciones son una invasión injustificada a la privacidad personal.
Las personas interesadas en explorar estos temas en mayor detalle pueden acceder al boletín completo y tienen la opción de suscribirse para recibir futuras ediciones directamente en su bandeja de entrada. Además, para aquellos que prefieren el audio, el boletín EFFector también ofrece una edición en formato sonoro, ampliando así su accesibilidad y alcance. Este esfuerzo de EFF es posible gracias a la colaboración de sus miembros y simpatizantes a nivel global, quienes son una fuerza impulsora crucial en la lucha por un entorno digital más justo y seguro.
