El Atlético de Madrid, bajo la dirección de Diego Simeone, vivió momentos agridulces tras alzarse con su primera liga. En su primera final de Champions desde 1974, se enfrentaron al Real Madrid en un encuentro que quedó marcado por la dramática remontada de los merengues. Cuando el Atleti estaba a minutos de la gloria, un cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 93 igualó el marcador, llevándolos a una prórroga donde recibieron tres goles adicionales, sellando una dolorosa derrota. Este amargo episodio se repetiría en 2017, en una nueva final contra el mismo eterno rival en Milán, resurgiendo viejas heridas para los colchoneros.
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