El doctor Manuel de la Peña Alonso-Araujo, reconocido cardiólogo, lidera la investigación en longevidad y salud, enfocándose en los secretos que permiten a algunas personas alcanzar edades avanzadas con plena capacidad física y mental. Su trabajo ha revelado que la longevidad depende tanto de la genética como de un estilo de vida activo, conexión social y buena salud cardiovascular.
Durante su recorrido por España, De la Peña ha conocido a supercentenarios como María Luisa Merelles, quien, a punto de cumplir 106 años, mantiene una mente clara y energía contagiosa. Superando conflictos y pandemias, su resistencia va más allá de lo físico, impulsada por un carácter optimista.
El estudio de supercentenarios ha identificado patrones comunes de longevidad, incluyendo la importancia de mantener niveles adecuados de colesterol y tensión arterial, clave para prevenir enfermedades cardiovasculares. Estos hallazgos se recogen en el libro de De la Peña, «Guía para vivir sanos 120 años», que ofrece pautas prácticas para una vejez plena.
El enfoque de De la Peña incluye el estudio de parámetros médicos y microbiológicos en personas que superan los 112 años, mostrando corazones saludables y una microbiota favorable. En su práctica clínica, ha aplicado estos principios, cuidando a centenarios y promoviendo la importancia del ejercicio y una actitud positiva.
El trabajo de De la Peña no solo conecta a los supercentenarios, fomentando comunidad y bienestar, sino que también impulsa una visión médica humanista y personalizada. Su institución, el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, es un referente en longevidad y calidad de vida.
En resumen, el trabajo de De la Peña demuestra que la longevidad resulta de factores físicos, emocionales y sociales. Su misión continúa explorando a los supercentenarios como un tesoro de conocimiento, recordándonos que una actitud positiva y el cuidado adecuado pueden extender nuestra plenitud.