Durante un acto público, una activista interrumpió las actividades al levantarse y exigir el fin del «fascismo», generando una intensa reacción entre los asistentes. El suceso ocurrió en medio de un evento que congregaba a varias personalidades políticas y miembros del público. La joven activista, cuyo mensaje resonaba con demandas de justicia social, fue rápidamente retirada del lugar por el personal de seguridad. Este incidente reavivó el debate sobre la libertad de expresión y las formas de protesta en contextos oficiales.
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