En un discurso cargado de críticas, el orador arremetió contra los «burócratas» del continente, evitando abordar las recientes negociaciones del presidente estadounidense con Rusia y las acusaciones dirigidas al líder ucraniano, Zelenski. Las declaraciones se centraron en destacar la ineficacia y el obstaculizante proceder de ciertos funcionarios administrativos, mientras se eludió cualquier mención a la política internacional y las tensiones preexistentes entre las naciones involucradas. Esta omisión resalta una clara intención de desviar la atención de temas espinosos en el ámbito diplomático y enfocarse en una crítica local más directa.
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