El conflicto entre los directores del Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE) ha adquirido un tono personal, pero revela una dimensión política que involucra al Ministerio de Exteriores y al Gobierno. Esta disputa afecta al prestigio de la RAE en América Latina, región donde la influencia cultural y lingüística tiene un impacto significativo. Las desavenencias entre ambas instituciones podrían repercutir en la política cultural exterior de España, subrayando la importancia del idioma como herramienta diplomática y su gestión en la escena internacional.
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