El presidente de la Diputación de Lugo ha dimitido de su cargo después de ser denunciado por acoso sexual, aunque ha decidido mantener su escaño en la institución. A pesar de las acusaciones, también continuará desempeñando su papel como alcalde no adscrito en Monforte de Lemos. La decisión ha generado controversia y ha sido recibida con críticas por diversos sectores que exigen mayor responsabilidad y respuestas más contundentes ante este tipo de delitos. La situación abre un debate en torno a la ética y las responsabilidades políticas en casos de acusaciones graves.
Leer noticia completa en El Mundo.




