Cada año, aproximadamente 21.000 personas en Andalucía sufren un ictus, una enfermedad que se ha convertido en la principal causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres en España, además de ser la principal causa de discapacidad física en adultos. Rocío Hernández, consejera de Salud y Consumo, destacó la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento precoz durante su intervención en la Comisión de Salud del Parlamento de Andalucía.
Desde su creación en 2019, el Centro Andaluz de Teleictus ha sido activado en 6.793 ocasiones, permitiendo tratamientos más rápidos y efectivos para miles de pacientes en la región. La tasa de accidentes cerebrovasculares ha aumentado un 25% en las últimas dos décadas en personas de entre 20 y 60 años, según la Sociedad Española de Neurología. Este incremento se ve agravado por el envejecimiento de la población y la alta prevalencia de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, arritmias y hipercolesterolemia.
El Centro Andaluz de Teleictus (CATI), una iniciativa del Gobierno andaluz, fue creado para mejorar la atención al ictus agudo, aumentando los índices de tratamientos de reperfusión a través de la telemedicina. El CATI dispone de un equipo de neurólogos vasculares y colabora con 33 hospitales sin neurólogos de guardia presencial, ofreciendo atención especializada en toda Andalucía. Mediante videollamadas y el sistema de radiología PACS, los neurólogos pueden analizar las pruebas de imagen y decidir el tratamiento, que puede incluir fibrinólisis, trombectomía o traslado urgente a un centro especializado.
Este dispositivo cubre a tres millones de habitantes a través de hospitales y centros seleccionados sin neurólogo de guardia 24 horas, asegurando que el 99,9% de la población pueda ser trasladada a un centro a menos de una hora de distancia para recibir tratamiento fibrinolítico si es necesario.
Entre las provincias, Sevilla registra el mayor número de activaciones del Código Ictus con 1.889 casos, seguida de Almería (1.280), Jaén (1.104), Granada (1.080), Málaga (922), Cádiz (499) y Huelva (19). Hernández subrayó que acortar los plazos de tiempo en el tratamiento es crucial para minimizar los efectos del ictus en la salud del paciente, lo que se logra mediante este servicio.
Fuente: Junta de Andalucía.
