El pasado 9 de octubre de 2024, se hizo público un avance prometedor en la atención a pacientes oncológicos de la mano del Hospital del Mar, que ha colaborado en el desarrollo de un innovador modelo predictivo diseñado para evaluar la mortalidad a 90 días de pacientes con cáncer que llegan a los servicios de urgencias. Esta herramienta, conocida como PROMISE Score, fue creada por el Hospital Vall d’Hebron y validada con pacientes de los hospitales de Sant Pau y del Mar.
La PROMISE Score es una aplicación web pensada para ayudar a los oncólogos a identificar, con mayor celeridad, cuáles pacientes tienen un pronóstico favorable y cuáles podrían beneficiarse de intervenciones médicas más intensivas. Basado en cinco parámetros de riesgo que se obtienen al momento del ingreso hospitalario, el modelo busca asistir a los equipos médicos en la toma de decisiones informadas, mejorando así la calidad de la atención y reduciendo prácticas que podrían ser innecesarias o dolorosas para el paciente.
El diseño del modelo está específicamente orientado a pacientes con cáncer metastásico que son hospitalizados por síntomas severos como dolor agudo, fiebre persistente o dificultades respiratorias. A través del análisis de datos clínicos y de laboratorio, esta herramienta estima el riesgo de mortalidad a 90 días, brindando un apoyo crucial a los profesionales sanitarios en la gestión de decisiones clínicas complejas.
La doctora Sònia Servitja, reconocida especialista en oncología médica, subrayó la importancia de contar con una herramienta que posibilite ajustar la intensidad de los tratamientos de manera personalizada, sustentada en datos objetivos y actualizados. En un análisis realizado sobre 1.009 pacientes, se identificaron variables determinantes en el pronóstico del paciente, tales como los niveles de lactato deshidrogenasa (LDH), la cantidad de neutrófilos y el estado nutricional del individuo.
Este nuevo modelo podría suponer un avance significativo en la atención de personas con cáncer, permitiendo una identificación más precisa de aquellos con un pronóstico positivo y un enfoque más personalizado en su tratamiento. La adopción de este enfoque no solo promete aumentar las tasas de supervivencia, sino también contribuir con un tratamiento más humano y menos invasivo de la enfermedad, ofreciendo alivio y esperanza a quienes lo necesiten.