Los alimentos ultraprocesados han ganado popularidad debido a su conveniencia y bajo costo, presentándose como una opción rápida y accesible en la dieta diaria. Sin embargo, a pesar de su atractivo económico en comparación con los alimentos frescos, estos productos conllevan un riesgo significativo para la salud. Su consumo habitual se asocia con problemas como la obesidad, enfermedades cardiovasculares y otras afecciones crónicas, convirtiéndose en una preocupación creciente para expertos en nutrición y salud pública que advierten sobre la necesidad de priorizar una alimentación equilibrada y saludable.
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