Desde que Apple dio el primer paso hacia un futuro dominado por su propia línea de procesadores Apple Silicon en 2020, la trayectoria de soporte para las tradicionales Macs con chips Intel ha experimentado un declive inevitable. Con el reciente lanzamiento del sistema operativo macOS Sequoia, el panorama para los usuarios de versiones anteriores ha cambiado significativamente. Solo algunos modelos aún recibirán actualizaciones, lo que representa un punto de inflexión para aquellos que dependen de estos dispositivos.
Con la implementación de macOS Sequoia, los modelos de Mac que todavía cuentan con procesadores Intel y que siguen siendo compatibles con las actualizaciones se limitan al Mac mini (2018), iMac (2019-2020), iMac Pro (2017), MacBook Air (2020), MacBook Pro (2018-2020) y Mac Pro (2019). No obstante, estos dispositivos se acercan al límite de su ciclo de vida en términos de soporte, dado que Apple suele proporcionar actualizaciones durante aproximadamente cinco años desde el lanzamiento de cada producto. Algunos, como el iMac Pro 2017, destacan por extender este periodo, enfocándose en satisfacer las necesidades del sector profesional.
Anticipándose al futuro, se espera que macOS 16, que se lanzará en 2025, sea la última versión compatible con dispositivos Intel. Esto aseguraría que la mayoría de estos modelos reciban unos cinco años de soporte. A partir de 2026, con la llegada de macOS 17, es probable que Apple termine definitivamente su apoyo a los procesadores Intel, consolidando su transición completa a la arquitectura Apple Silicon.
A pesar de la interrupción de las actualizaciones de características, Apple continuará ofreciendo parches de seguridad durante dos años adicionales, prolongando el soporte en materia de seguridad hasta aproximadamente 2028. Esto proporciona un respiro temporal y una medida de seguridad para quienes aún confían en sus equipos Intel.
La evolución hacia Apple Silicon ha sido impulsada por múltiples ventajas que estos procesadores ofrecen sobre sus predecesores Intel. Los nuevos chips, como los M1, M2, M3 y el reciente M4, han demostrado un rendimiento superior y mejor capacidad de gestión para cargas de trabajo intensivas, junto con una notable eficiencia energética que se traduce en una mayor duración de la batería. Además, el control integral de Apple sobre el hardware y el software les permite implementar mejoras más rápidamente, optimizando la experiencia del usuario final.
Para los usuarios de Macs con Intel, el consejo es considerar una actualización hacia los modelos más recientes con Apple Silicon. Aunque los actuales dispositivos funcionarán bien por algún tiempo más, migrar a un Mac con nuevas capacidades asegura compatibilidad con futuras versiones del sistema operativo y un mejor rendimiento general. El modelo MacBook Air M2, particularmente, se presenta como una opción atractiva, brindando un equilibrio entre costos, prestaciones y durabilidad, disponible actualmente con 16 GB de RAM por 1.199 dólares.
En conclusión, el soporte para Macs con Intel llega a su fin, marcando la culminación de una era significativa para Apple. La total atención de la compañía se centra ahora en Apple Silicon, prometiendo un futuro lleno de innovaciones tecnológicas más rápidas y eficientes. Para los usuarios que desean mantenerse a la vanguardia en esta industria tecnológica que evoluciona rápidamente, actualizar a los nuevos modelos de Mac no solo garantiza compatibilidad futura, sino también el acceso a lo mejor que la tecnología de Apple tiene para ofrecer.
