El conflicto entre Irán e Israel ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad, marcando lo que varios analistas consideran su primera guerra abierta. Tensión creciente en la región ha desencadenado una serie de acontecimientos que han llevado a ambos países a un enfrentamiento directo, con ataques aéreos y ciberataques estratégicos. El incremento en la violencia ha elevado las alarmas a nivel internacional, subrayando la urgente necesidad de mediación para evitar una escalada mayor en el Medio Oriente. Los líderes mundiales observan con preocupación este desarrollo, mientras se preparan para posibles consecuencias globales.
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