La celebración del partido Villarreal-FC Barcelona en el Hard Rock Stadium de Miami está cerca de confirmarse, con la aprobación de la RFEF y a la espera de la autorización de UEFA y FIFA. Este controvertido encuentro de la jornada 17 de Liga no solo evita al Barcelona una dura visita a La Cerámica, sino que también deja a la afición del Villarreal sin un importante partido en casa. La Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE) y otros colectivos se han manifestado en contra de deslocalizar el partido. En respuesta, Fernando Roig, presidente del Villarreal, ha anunciado que costeará el viaje y la entrada a Miami para los socios que asistan y ofrecerá un descuento del 20% en los abonos de quienes no puedan viajar. Roig destaca la oportunidad histórica de ser el primer club en jugar un partido oficial en el extranjero y busca calmar a una afición comprometida con el equipo, que cuenta con 20,000 abonados en una población de poco más de 50,000 habitantes. Además, el club participará por quinta vez en la Champions League.
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