Agentes encargados de la protección de mujeres en riesgo han expresado las complejidades de su labor, destacando la dificultad de seguir y resguardar a las víctimas de violencia de género. La naturaleza impredecible de las amenazas y la necesidad de adaptarse constantemente a nuevas circunstancias añaden desafíos adicionales a su trabajo. Además, mencionan la importancia de la coordinación y el uso de tecnología avanzada para mejorar la eficacia en estas situaciones críticas.
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