La disputa contractual entre la mayor aerolínea de Canadá y el sindicato que representa a 10,000 de sus auxiliares de vuelo se intensificó cuando el sindicato rechazó la propuesta de la compañía de someterse a un arbitraje liderado por el gobierno. Este movimiento refleja el creciente desacuerdo entre ambas partes sobre las condiciones laborales, lo que podría impactar significativamente las operaciones y el servicio de la aerolínea, generando preocupación en la industria y entre los pasajeros.
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