Aji Fama Jobe, una destacada figura en el ámbito digital y líder de la comunidad tecnológica en Gambia, ha emergido como una voz crucial en la lucha por la igualdad de género dentro del sector tecnológico. Con el foco puesto en Women TechMakers Banjul, Jobe ha dedicado su carrera a proporcionar recursos y mentoría a mujeres y niñas interesadas en la tecnología, con el objetivo de transformar el panorama digital del país.
En una reciente entrevista, Jobe compartió detalles sobre su experiencia personal y profesional, y subrayó la importancia de la libertad de expresión, la cual define como la capacidad de hablar sin temor a ser juzgada. No obstante, en Gambia hay una discrepancia evidente entre las leyes que prometen esta libertad y una cultura que con frecuencia minimiza las voces femeninas. Según Jobe, muchas mujeres enfrentan desafíos significativos en diversos aspectos de sus vidas, desde el hogar hasta su entorno laboral, al «esperarse que no hablen en voz alta».
Además, Jobe expresó su preocupación por la ineficacia de las autoridades y de las grandes plataformas tecnológicas al moderar contenido en línea. Señaló que empresas como Facebook carecen del entendimiento necesario sobre las realidades africanas para manejar de manera adecuada el discurso en línea, especialmente en contextos donde se hablan múltiples idiomas.
Tras el cambio en el panorama político de Gambia en 2016, con la llegada de un nuevo gobierno, Jobe reconoce que la sociedad ahora goza de un margen mayor para la libre expresión. Sin embargo, recuerda el periodo bajo el régimen anterior, cuando el silencio era una norma y hablar abiertamente sobre temas políticos podía acarrear severas consecuencias.
El impulso de Jobe para fundar Women TechMakers proviene de su experiencia directa en el mundo tecnológico, donde identificó una clara falta de orientación para las jóvenes. “Queremos que los empleadores se centren en las habilidades y no en el género”, afirmó Jobe. Su labor ha ayudado a muchas mujeres a ganar la confianza necesaria para prosperar en la industria tecnológica.
Por último, Jobe insistió en que defender la libertad de expresión y los derechos digitales es una responsabilidad que recae en toda la sociedad, más allá del gobierno. “Las palabras que compartimos pueden hacer o deshacer a alguien”, subrayó, haciendo hincapié en que todos tienen un papel en la creación de espacios en línea más seguros y accesibles para todos.