Akamai Technologies y Visa han unido fuerzas en una colaboración estratégica con el objetivo de cimentar una nueva era en el comercio digital: el agentic commerce, donde agentes de inteligencia artificial realizan compras en nombre de los usuarios. Este avance tecnológico plantea retos significativos para el comercio digital, principalmente en la diferenciación entre el tráfico automatizado legítimo y el malicioso, un desafío que las compañías buscan resolver.
La solución propuesta se centra en el Visa Trusted Agent Protocol, un sistema de autenticación diseñado para que los agentes de inteligencia artificial puedan operar con autorización, permitiendo una identificación clara de sus intenciones y del usuario que representan. Visa enfatiza la capacidad de este protocolo para integrarse sin problemas en el flujo habitual de pagos, mientras que Akamai ofrece inteligencia de comportamiento y capacidades de protección frente a bots, asegurando que las interacciones sean filtradas antes de comprometer los sistemas sensibles.
El contexto de este desarrollo es el aumento alarmante del tráfico de bots impulsados por inteligencia artificial, el cual se ha incrementado en un 300% de un año a otro. Según Akamai, el sector retail ha experimentado más de 25 mil millones de solicitudes de bots en tan solo dos meses, evidenciando la urgencia de establecer barreras claras entre la automatización beneficiosa y las amenazas potenciales.
En este panorama, Visa ha estado abogando por un estándar que permita a los agentes operar con credenciales seguras, protegiendo el proceso de compra sin requerir complejas integraciones específicas. Este enfoque busca establecer reglas claras para la interacción de los agentes con los pagos y los comercios, acentuando la necesidad de seguridad en un ecosistema cada vez más automatizado.
La colaboración entre Akamai y Visa no solo promete mejorar la identificación y control de agentes, sino que también busca asegurar que los pagos sean más predecibles en un entorno donde el comprador ya no es necesariamente humano. Visa tiene la intención de facilitar la adopción de este protocolo en su extensa red global de aceptación, mientras que Akamai resalta su presencia entre los principales detallistas del mundo como un punto de apoyo esencial para garantizar el rendimiento y la protección del comercio digital.
Este movimiento estratégico no solo pretende asegurar la aceptación de la automatización «buena», sino que también busca evitar el incremento del fraude y el abuso promocional. Sin embargo, el agentic commerce todavía enfrenta preguntas cruciales sobre la cantidad mínima de datos que un agente debe compartir para ser confiable, la auditoría de límites y consentimiento, y el manejo de comportamientos anómalos de los agentes.
En resumen, la asociación Akamai-Visa se posiciona como una capa operativa crítica de identidad y antifraude, una propuesta clave para que los comercios puedan aceptar con confianza la automatización que impulsa conversiones y comodidad, sin incurrir en mayores riesgos de fraude o devoluciones.







