México mantiene su posición como uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, según el informe 2024 de Reporteros Sin Fronteras. En el último año, el país encabezó los casos de desapariciones de periodistas y se ubicó en el tercer puesto mundial en asesinatos de estos profesionales, con cinco casos, superado solo por Palestina y Pakistán. Las deficiencias en los mecanismos de protección estatales son evidentes, ya que incluso fallecieron periodistas bajo resguardo policial. La creciente violencia y la falta de reformas efectivas bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador agravan la situación, especialmente en zonas como Culiacán, donde la pugna entre facciones del Cártel de Sinaloa exacerba los riesgos para la prensa. Además, se destaca la peligrosidad para periodistas independientes ante la incapacidad de medios pequeños de operar en un clima de amenazas y hostigamiento.
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