Alemania anticipará sus elecciones legislativas al 23 de febrero, adelantándose siete meses debido a que el gobierno de coalición, liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz, quedó en minoría tras la destitución del ministro liberal de Finanzas, Christian Lindner, por desacuerdos sobre la política económica. Los debates sobre el presupuesto, con un déficit de 12.000 millones de euros, precipitaron esta decisión. La Unión (CDU/CSU) lidera los sondeos, mientras que el SPD, encabezado por Scholz, se encuentra relegado al tercer lugar. La crisis política abre posibilidades para una nueva coalición, y aunque Scholz mantiene su candidatura, elementos dentro del gobierno como Oscar Pistorius, actual ministro de Defensa, ganan relevancia. La decisión definitiva sobre la fecha electoral recae en el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, quien ya expresó su disposición a no agotar el periodo máximo previsto entre el voto de confianza negativo y la disolución del Bundestag.
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