En una ceremonia celebrada en el Forschungszentrum Jülich, Alemania lanzó JUPITER, el primer superordenador europeo en superar la barrera del exaescala, capaz de realizar un quintillón de operaciones por segundo. Este avance posiciona a Alemania como un líder tecnológico global y representa un hito en la computación de alto rendimiento (HPC) en Europa.
Desarrollado en colaboración con el Jülich Supercomputing Centre (JSC) y el EuroHPC Joint Undertaking, JUPITER es el superordenador más rápido de Europa y el cuarto en el mundo. Está diseñado para realizar más de 1 ExaFLOP/s en cálculos científicos y hasta 40 ExaFLOP/s en aplicaciones de inteligencia artificial. La máquina utiliza 24.000 superchips NVIDIA GH200 Grace Hopper y tecnología Quantum-2 InfiniBand, lo que le permite ejecutar complejas simulaciones en sectores como el clima, la energía y la medicina.
En la inauguración, destacadas figuras políticas y científicas resaltaron la importancia de este logro. El canciller alemán Friedrich Merz señaló que JUPITER establece nuevos estándares en el desarrollo tecnológico, mientras que el ministro-presidente de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst, destacó su eficiencia energética y la transición de la región de la minería a la inteligencia artificial.
JUPITER ya está impulsando más de 100 proyectos internacionales, entre ellos la predicción de fenómenos meteorológicos extremos y la investigación de terapias médicas avanzadas. También es el núcleo de la JUPITER AI Factory (JAIF), que abrirá nuevas oportunidades para start-ups y pymes en Europa.
Construido en menos de dos años, el superordenador cuenta con una infraestructura de eficiencia energética líder en su categoría, utilizando refrigeración por agua caliente y electricidad renovable. Ha sido financiado por 500 millones de euros, repartidos entre el EuroHPC Joint Undertaking, el Ministerio Federal de Investigación de Alemania y el Ministerio de Cultura y Ciencia de Renania del Norte-Westfalia.
Con JUPITER, Europa entra de lleno en la era exaescala, reduciendo su dependencia tecnológica de Estados Unidos y Asia. Este proyecto no solo mejora la capacidad de cálculo del continente, sino que también promueve la soberanía digital, la investigación científica avanzada y el desarrollo sostenible. Más allá de las cifras, JUPITER simboliza una nueva etapa de innovación y cooperación en Europa.