Alemania ha integrado el sistema de defensa antimísiles Arrow 3, siendo el primer país europeo en hacerlo, en un contexto de crecientes tensiones con Rusia. Las unidades iniciales se han desplegado en la base aérea de Holzdorf, cerca de Berlín, con el objetivo de proporcionar protección temprana contra misiles balísticos de largo alcance. Este sistema, resultado de un acuerdo de defensa de 3.300 millones de euros con Israel, permite interceptar misiles a altitudes de hasta 100 kilómetros. Conjuntamente con otros sistemas como el Patriot e IRIS-T, Alemania refuerza su posición defensiva dentro de la OTAN, preparándose para proteger infraestructura crítica. Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio de Europa por aumentar sus capacidades de defensa frente a la posible amenaza rusa, una situación que ha llevado a algunos países a reconsiderar su enfoque militar y estrategias de inversión en defensa.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.




