El destacado delantero ruso, conocido por su cercanía con el presidente Vladimir Putin, ha alcanzado un hito histórico al marcar su gol número 885, una hazaña que se produce 26 años después de que el considerado mejor jugador de todos los tiempos colgara sus botas. Este logro no solo reafirma su excepcional talento en el campo sino que también lo coloca entre los jugadores más prolíficos en la historia del fútbol. La notable actuación del futbolista ha generado revuelo en el mundo deportivo y ha reavivado el debate sobre quién merece el título del mejor de todos los tiempos.
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