La dictadura china se ha alineado con el gobierno de Pedro Sánchez en contra de Estados Unidos tras un contrato del Ministerio del Interior español con Huawei, valorado en 12,3 millones de dólares, para gestionar el almacenamiento de escuchas policiales. China ha pedido a EE.UU. que no se involucre en este acuerdo, calificando las críticas estadounidenses como una politización del comercio. La reacción de Pekín responde a una carta de senadores republicanos estadounidenses que solicitan revisar los acuerdos de inteligencia con España, alegando que Huawei podría comprometer la seguridad nacional al tener vínculos con el Partido Comunista Chino.
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