La experiencia en «La isla de las tentaciones» se tornó especialmente difícil para Almudena durante la última hoguera, donde la tensión alcanzó su punto máximo al enfrentarse a imágenes de su novio, Darío, con la tentadora Cristina. La indiferencia de Darío y su deseo manifiesto de libertad añadieron sal a la herida de Almudena, quien reaccionó con furia, lanzando una tablet al fuego entre lágrimas y reclamos por los once años juntos. Sandra Barneda intervino rápidamente para calmar la situación, destacando el riesgo del gesto impulsivo de Almudena, quien previamente había lanzado un coco que alcanzó a la presentadora. La situación se agravó cuando Almudena fue testigo de un beso entre Darío y Cristina, desencadenando una tormenta de emociones donde los compromisos rotos y las promesas incumplidas pesaron más que nunca. Ni siquiera las palabras de consuelo de Barneda lograron apaciguar el dolor que la traición había sembrado en Almudena, reafirmando que en la villa, las palabras pueden herir más que los actos.
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