El eurodiputado y líder de ‘Se acabó la fiesta’ desgrana su hoja de ruta en una entrevista sin filtros con el canal Dollar Talks: recorte del Estado, inmigración, pandemia, medios de comunicación, corrupción y su intención de presentarse como presidente del Gobierno antes de 2032.
En una extensa e incendiaria entrevista con el canal de YouTube Dollar Talks, el eurodiputado Alvise Pérez se ha reafirmado como una de las voces más disruptivas del panorama político español. Frente a una audiencia que supera ya las 100.000 visualizaciones en apenas unas horas, Pérez traza una línea clara: acabar con lo que define como “el sistema parasitario de la partitocracia” y devolver el poder a la ciudadanía.
Sin filtros, sin guion y con un estilo que mezcla confesión personal, diagnóstico político y retórica populista, el fundador del movimiento Se acabó la fiesta expone su visión sobre el estado actual de España y su hoja de ruta para “recuperar la nación” desde una perspectiva que él mismo define como antisistema.
Un objetivo declarado: llegar a la Moncloa
«Quiero ser el próximo presidente del Gobierno de España en menos de ocho años», afirma con contundencia Alvise Pérez. Y no lo oculta: aspira a desmontar desde dentro la arquitectura institucional que, a su juicio, mantiene secuestrada la voluntad popular.
Pérez acusa a todos los grandes partidos, sin excepción, de haber pervertido el funcionamiento democrático. “El PP, el PSOE, Vox y Podemos viven del sistema. Ninguno quiere cambiarlo porque todos dependen de él económicamente”, sostiene. Frente a ello, propone un programa radical de reformas que incluye:
- La fusión de municipios de menos de 40.000 habitantes.
- La eliminación de las diputaciones provinciales.
- Una reducción de 200.000 millones de euros en el gasto público.
- Un modelo fiscal plano del 25 % para todos los ciudadanos.
- Y una drástica bajada de impuestos en vivienda, como vía para reducir su precio un 30 %.
Una figura polémica: del activismo digital a Bruselas
Alvise Pérez, que se dio a conocer como agitador en redes sociales durante la pandemia, defiende su trayectoria como prueba de independencia. “Yo no necesito la política para vivir. Tengo mi comunidad, mis ingresos privados y mi libertad. No le debo nada a nadie”, dice.
Durante la entrevista repasa su pasado: desde sus inicios humildes, su marcha a Reino Unido a los 21 años, su paso por el Instituto Cervantes y su trabajo en comunicación política en el Parlamento Valenciano con Ciudadanos. A partir de 2020 se consagró como figura mediática a través de campañas de denuncia en redes sociales, que le valieron tanto seguidores como querellas.
En las elecciones europeas de 2024, su candidatura obtuvo casi un millón de votos sin apenas presencia en televisión. Según él, “es la prueba de que se puede romper el cerco mediático y político”.
Pandemia, vacunas y censura: las “verdades incómodas”
Uno de los bloques más espinosos de la entrevista gira en torno a la gestión de la pandemia. Pérez sostiene que hubo censura activa de voces críticas —citando incluso declaraciones de Mark Zuckerberg— y denuncia que “millones de jóvenes fueron engañados con las vacunas”. Asegura que hoy, hospitales como el Gregorio Marañón “tienen plantas llenas de miocarditis en jóvenes de 20 años”.
«El Gobierno y los medios nos trataron como ovejas. Nos encerraron ilegalmente, nos obligaron a llevar mascarillas absurdas y nos empujaron a inyectarnos algo experimental. ¿Dónde están las responsabilidades?», se pregunta.
Inmigración, identidad y seguridad: un discurso duro
Pérez no esquiva el conflicto. Denuncia la llegada masiva de inmigrantes irregulares y lo vincula con un “aumento sin precedentes de delitos sexuales y ataques homófobos”. Propone deportaciones masivas, priorizar la inmigración de países hispanoamericanos y fortalecer las fuerzas de seguridad.
“La izquierda ha hecho negocio con los colectivos y las identidades. Y ahora tenemos barrios inseguros, mujeres agredidas y jóvenes españoles sin acceso a una vivienda digna”, sentencia.
Medios de comunicación y corrupción: “una maquinaria de extorsión”
Uno de los blancos favoritos del eurodiputado son los medios tradicionales, a los que acusa de ocultar sus investigaciones y tergiversar su figura. “Filtran mis informes, publican mis documentos y luego eliminan mi nombre. Son prostitutas del poder”, afirma.
Reivindica haber destapado casos como el de Ábalos o el escándalo de Coldo. “Yo sí publico documentos, audios, filtraciones. Otros callan porque les pagan. Por eso me insultan, me vetan y me intentan destruir”, sostiene.
¿Política real o show? Una estrategia de confrontación
A lo largo de la entrevista, Pérez insiste en que no está dispuesto a “jugar el mismo juego”. Dice que no pasará preguntas a los periodistas, que no se plegará a los pactos entre bambalinas y que su compromiso es con los votantes, no con la clase política. “Yo me fío más de un camionero que de un tecnócrata de Madrid. Quiero listas electorales con gente de la calle, no con burócratas de partido”, afirma.
Rechaza también la idea de mantenerse indefinidamente en política. Su ambición, dice, es “limpiar las instituciones, demostrar que se puede cambiar el sistema y volver a su vida privada”.
En un momento de la entrevista, resume su filosofía política con dos conceptos: libertad y sentido común. “Las ideologías son para pringados. La derecha y la izquierda son dos formas de vivir del cuento”, sentencia.
Reacciones y controversia
La entrevista, de casi dos horas, ha generado un fuerte impacto en redes sociales. Las opiniones están polarizadas: mientras algunos destacan su valentía por denunciar lo que otros callan, otros lo acusan de populismo extremo, desinformación y discursos peligrosos.
Alvise lo tiene claro: “No vine a gustarles. Vine a desmontarlos”.