Amazon ha iniciado un proceso de despido colectivo que podría afectar a 1.200 empleados en sus oficinas corporativas de Madrid y Barcelona, dentro de una reestructuración global que impactará a 14.000 trabajadores. Aunque la empresa ha reportado un aumento del 38% en sus beneficios y sus acciones alcanzaron un máximo histórico, la medida ha sido criticada por el Gobierno y sindicatos, que cuestionan su justificación económica. El ajuste se centra en los «mandos medios» y se enmarca en un plan para mantener una estructura ágil. Mientras tanto, Amazon sigue invirtiendo en inteligencia artificial y automatización. La noticia llega en medio de un crecimiento notable de Amazon Web Services, que ha calmado los temores de una burbuja en el sector de la IA.
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