Amazon se encuentra en el umbral de una transformación tecnológica que apunta a revolucionar su red logística mediante la automatización masiva. De acuerdo con fuentes internas reveladas por medios especializados, la empresa planea automatizar tareas que actualmente realizarían 600.000 personas en los próximos diez años. Este ambicioso plan permitiría a Amazon reducir sus costos en 0,30 dólares por cada artículo preparado y alcanzar un 75% de automatización operativa.
Con alrededor de 1,2 millones de empleados en EE. UU., la empresa es el segundo mayor empleador del país, solo superado por Walmart. Sin embargo, mientras sus ventas podrían duplicarse de cara a 2033, la dirección de Amazon se ha inclinado por priorizar la eficiencia a través de la integración de robots y software, reduciendo así la necesidad de futuras contrataciones masivas.
El ahorro de 0,30 dólares por artículo multiplicado por los miles de millones de unidades que procesa la compañía, promete mejorar significativamente sus márgenes y su ventaja competitiva. De hecho, la automatización permitiría a Amazon evitar la contratación de más de 160.000 personas adicionales que serían necesarias si se siguiera el modelo actual hasta 2027.
Desde 2012, tras la adquisición de Kiva por 775 millones de dólares, los robots han formado parte del ecosistema de Amazon. La empresa ha implementado diversos tipos de robots anaranjados que se encargan de transportar estanterías enteras, optimizando los desplazamientos y la densidad de sus almacenes. El próximo paso en esta evolución incluye la incorporación de innovaciones como la visión por computador, inteligencia artificial para planificación y cintas transportadoras inteligentes.
En el centro logístico de Shreveport, Luisiana, uno de los laboratorios de pruebas de Amazon, se refleja el futuro del modelo de automatización. Allí, los robots han permitido operar con un 25% menos de personal en comparación con un centro tradicional, con la expectativa de reducir la plantilla actual en otro tercio para 2025, sin sacrificar la capacidad operativa.
Este modelo, además, está programado para ser replicado en 40 centros adicionales antes de que finalice 2027, con nuevas instalaciones en Virginia Beach y actualizaciones en otras más antiguas como la de Stone Mountain, Atlanta. En este último, se prevé un recorte de 1.200 puestos entre sus 4.000 empleados, aunque se anticipa un aumento del 10% en la capacidad de proceso.
No obstante, esta transición no está exenta de interrogantes. Las comunidades locales que dependen laboralmente de estos centros logísticos se cuestionan cuál será el impacto en los mercados laborales y qué tipos de nuevos puestos de trabajo, como técnicos de mantenimiento o analistas de datos, podrían surgir.
Desde una perspectiva macroeconómica, el empuje hacia la automatización por parte de Amazon representa una respuesta a las disrupciones en el comercio electrónico y a los avances en robótica e inteligencia artificial que han reducido riesgos y costos. A medida que las políticas y sociedades se ajusten a estos cambios, el reto será lograr un equilibrio entre el progreso tecnológico y la empleabilidad, asegurando que los beneficios de productividad no se traduzcan en precariedad laboral.
Este despliegue de automatización, si se implementa según lo planeado, no solo transformará la red de Amazon, sino que también establecerá un nuevo estándar que tenderán a seguir tanto sus proveedores como sus competidores en la industria logística. Aquí, el desafío para los responsables políticos será propiciar una transición laboral justa, mientras que Amazon deberá demostrar su capacidad para automatizar de manera eficiente y responsable.