En unas históricas elecciones autonómicas anticipadas en Extremadura, 890.985 ciudadanos están llamados a votar con la esperanza de definir el rumbo político de la región. La jornada electoral se desarrolla con una notable caída en la participación, con solo el 51,58% del electorado votando hasta las 18:00 horas, una baja significativa frente al 57,12% de 2023. La presidenta del Partido Popular, María Guardiola, busca revalidar su cargo, enfrentada a un adverso clima político con su principal competencia, el PSOE, liderado por Miguel Ángel Gallardo, en caída libre según las encuestas. Tensionados por incidencias como el robo de votos y un descenso en las solicitudes de voto por correo, los comicios se realizan bajo un dispositivo de seguridad de 1.199 agentes, y las esperanzas se centran en una jornada electoral que muchos observan como un reflejo del futuro político más allá de las fronteras regionales.
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