Por cuarta ocasión en menos de un año, el Kremlin ha rechazado las propuestas planteadas por Estados Unidos en el transcurso de unas negociaciones que han sido catalogadas como caóticas. Estos intentos fallidos de acuerdo destacan las tensiones persistentes en las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, que continúan sin encontrar un punto común para avanzar hacia soluciones de consenso. La negativa del gobierno ruso subraya la complejidad de las conversaciones y la falta de convergencia en temas clave, lo que pone de manifiesto los desacuerdos profundos que persisten a pesar de los esfuerzos diplomáticos.
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