En los últimos meses, la preocupación por el suministro de electricidad ha crecido de manera considerable. Factores como la urbanización acelerada, el aumento de la población y el impacto del cambio climático han incrementado la probabilidad de apagones en diversas regiones. Para enfrentar este desafío, científicos están utilizando datos históricos sobre cortes eléctricos para realizar predicciones probabilísticas.
Boudewijn van Milligen, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), ha participado en un estudio publicado en la revista Chaos en 2016. Este trabajo analiza cómo diagnosticar la probabilidad de eventos extremos en redes eléctricas mediante una técnica de análisis causal conocida como "entropía de transferencia" aplicada al modelo OPA.
En cuanto al apagón reciente en España, Van Milligen descarta que la causa haya sido una sobrecarga, pero señala que se debe esperar al análisis completo de las causas. Su investigación sugiere que las redes eléctricas suelen operar cerca del colapso, donde cualquier perturbación puede provocar un fallo en cascada, desencadenando apagones generalizados. Compara esta situación con el "aleteo de una mariposa" de la teoría del caos, donde no es un fallo específico, sino la inestabilidad del sistema, lo que provoca los problemas.
El estudio destaca la necesidad de sobredimensionar las redes para evitar la inestabilidad, un enfoque que enfrenta resistencia debido a los elevados costos que las empresas prefieren evitar. Aunque los esfuerzos para prevenir apagones son constantes, Van Milligen admite que las predicciones solo pueden ser aproximadas, como ocurre con fenómenos naturales.
La información proporcionada enfatiza la urgencia de abordar la fragilidad de las infraestructuras eléctricas mientras se equilibran las demandas económicas y tecnológicas.