El Partido Popular (PP) ha obtenido el 43% de los votos en las elecciones autonómicas de Extremadura, consolidando 29 escaños, aunque sin alcanzar la mayoría necesaria de 33 para gobernar en solitario, lo que implica que dependerá de un posible acuerdo con Vox para la investidura. Este resultado refuerza el giro a la derecha de la región, ya que por primera vez la suma de PP y Vox supera el 60% de los votos. En contraste, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) enfrenta un desplome histórico, cayendo al 26% de preferencias, mientras Vox muestra un ascenso considerable, especialmente en áreas urbanas. La baja participación, del 63%, también destaca, influenciada principalmente por el electorado socialista más indeciso. De extenderse la tendencia derechista de Extremadura en el ámbito nacional, las implicaciones para futuras elecciones generales podrían ser significativas, otorgando una ventaja considerable a PP y Vox en el Congreso.
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