Andalucía ha dado un paso decisivo en su apuesta por la sostenibilidad con la aprobación en el Parlamento autonómico de la nueva Ley de Impulso y Promoción de la Producción Ecológica (Lipesa). La norma, celebrada por Ecovalia como la primera de este tipo en España y un modelo para una futura regulación estatal, introduce medidas concretas para aumentar el consumo de alimentos ecológicos, reforzar su producción y combatir el greenwashing en el sector agroalimentario.
Entre los principales avances, Lipesa incorpora acciones destinadas a fomentar la presencia de productos ecológicos en hoteles, restaurantes y cafeterías; priorizarlos en licitaciones públicas, especialmente en centros educativos, sanitarios y sociosanitarios; e impulsar su venta directa en mercados locales y explotaciones agrarias. También destaca su apuesta por promover este tipo de producción en fincas y montes públicos.
Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, calificó la ley como “pionera y necesaria”, subrayando su capacidad para “impulsar no solo la producción, sino sobre todo el consumo de alimentos ecológicos” y convertirse en una herramienta eficaz contra el greenwashing. “Ahora toca trabajar por su desarrollo y cumplimiento para que beneficie a agricultores, ganaderos, industrias y consumidores”, afirmó.
Un mandato del Estatuto de Autonomía
La ley responde al artículo 197 del Estatuto de Autonomía, que insta a los poderes públicos andaluces a promover la agricultura ecológica. En este sentido, Lipesa configura un marco sólido de apoyo a la producción, transformación y comercialización ecológicas, destacando varias novedades:
- Obliga a impulsar ayudas de la Política Agraria Común (PAC) para la producción ecológica.
- Establece una priorización mínima del 5% en la puntuación de ayudas.
- Fomenta la introducción de este modelo en fincas y montes públicos.
- Implementa nuevas medidas de promoción y difusión.
Una de las grandes apuestas de la ley es equilibrar la elevada capacidad productiva andaluza con un mayor consumo interno. Para ello, prevé programas de impulso al consumo en centros públicos, campañas informativas, promoción en establecimientos de hostelería y cafeterías, así como el fomento de la participación de empresas andaluzas en ferias y acciones internacionales.
Además, introduce una de las medidas más innovadoras: reservar un mínimo del 10% de productos ecológicos en el Programa Escolar de Consumo de Frutas, Hortalizas y Leche, que alcanza a más de 2.000 centros y cerca de 600.000 estudiantes. Un porcentaje que duplica el 5% fijado a nivel nacional.
Lucha contra el greenwashing y nuevas líneas de apoyo
La normativa también avanza en la lucha contra el blanqueo ecológico, exigiendo que todas las producciones agrícolas y ganaderas cumplan los estándares de calidad diferenciada establecidos en la Ley 2/2011 de Calidad Agroalimentaria y Pesquera de Andalucía.
Entre otras novedades destacan:
- Criterios de priorización en licitaciones públicas de servicios alimentarios.
- Incentivos al uso de semillas y razas autóctonas.
- Bonificación del 50% en el uso de servicios veterinarios para ganaderos ecológicos.
- Refuerzo de la formación, asesoramiento e investigación en producción ecológica.
- Elaboración anual de estudios y estadísticas sobre costes, rendimiento y consumo.
Ecovalia ha expresado su satisfacción por una norma “valiente” que, a su juicio, marcará un antes y un después en la producción ecológica no solo en Andalucía, sino también en el resto de España y Europa, agradeciendo el consenso político alcanzado para su aprobación.




