En 2024, Andalucía ha logrado reducir en 1,3 puntos el abandono escolar temprano, situándolo en un 15,54%, según los datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística. Este avance supone un descenso acumulado de casi 6,5 puntos desde 2018, cuando la tasa era del 21,9%. En comparación, la media del país ha experimentado una disminución de alrededor del 5%.
Este progreso ha permitido que la brecha respecto a la media nacional, que es del 13%, se reduzca a 2,5 puntos, frente a los 4 puntos de 2018. En dos de los últimos tres años académicos, Andalucía ha mantenido su tasa de abandono en el 15,5%, el nivel más bajo registrado en su historia.
La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, María del Carmen Castillo, ha destacado que estos datos reflejan «una tendencia positiva que indica que estamos en el buen camino en Andalucía, aunque aún queda margen de mejora». Castillo elogió el trabajo arduo y comprometido de los docentes, así como la colaboración de las familias, señalando que el sistema educativo andaluz sigue evolucionando para brindar más oportunidades de futuro a los jóvenes.
El Gobierno andaluz ha incrementado su presupuesto para la Consejería de Desarrollo Educativo y FP a 9.167 millones de euros para 2025, lo que representa un aumento de 2.800 millones desde 2018, un 45% más, y un 3,53% de incremento respecto a 2024, con 374 millones adicionales. Esta mayor inversión ha permitido añadir 6.000 nuevos docentes al sistema educativo, cerca de la mitad en Formación Profesional, aumentando en 47.000 las plazas disponibles. En total, la plantilla en la red pública alcanza los 107.000 maestros y profesores, elevándose a 125.000 cuando se incluyen los de la red concertada financiada con fondos públicos. Todo esto ocurre en un contexto de descenso de la natalidad, que ha reducido en 107.000 el número de estudiantes en el sistema educativo andaluz en los últimos años.
La tasa de abandono escolar temprano mide el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no han completado la educación secundaria, como la FP de Grado Medio, Básica o Bachillerato, y que no siguen con ningún tipo de formación.
Fuente: Junta de Andalucía.