En el Coliseum Alfonso Pérez, la preocupación por la plantilla corta del Getafe es palpable. Tanto los jugadores como el cuerpo técnico, liderado por José Bordalás, han manifestado su inquietud y han solicitado nuevos fichajes tras la salida de Uche. El equipo se encuentra reducido a solo cinco jugadores disponibles para inscribir, lo que refuerza el llamado urgente del entrenador para mantener la competitividad en LaLiga.
A pesar del reciente fichaje del defensor Allan Nyom, Bordalás insiste en la necesidad de más refuerzos. El capitán del equipo, Luis Milla, ha expresado que aunque se enfrentan a limitaciones, no lo usarán como excusa y seguirán luchando por un lugar en la parte alta de la clasificación y en competiciones europeas. La responsabilidad ahora está en manos del presidente Ángel Torres, quien parece no compartir la misma urgencia.
La cesión de Uche al Crystal Palace, con la condición de que juegue diez partidos como titular para un traspaso definitivo, añade presión. Hasta ahora, solo ha sido suplente, complicando el panorama económico y deportivo del club.
En respuesta a la escasez de jugadores, Bordalás ha incorporado a Allan Nyom, un veterano con casi cien partidos en el club. Su regreso, con 37 años, es un intento de reforzar al equipo en un momento crítico. Su experiencia y capacidad para adaptarse al estilo directo del Getafe se presentan como una esperanza para la temporada en curso. El desenlace de estas incorporaciones y la actuación de Uche serán determinantes para el futuro inmediato del club.