Desde la salida de Yassine Bounou, conocido como Bono, en 2023, el Sevilla FC se ha enfrentado a una creciente incertidumbre en su portería. Durante la pasada temporada, los guardametas Nyland y Álvaro Fernández intentaron suplir su ausencia, pero no lograron convencer ni a la directiva ni a la afición. Este verano, Antonio Cordón decidió incorporar a Vlachodimos al equipo. Sin embargo, hasta el momento, el portero griego no ha conseguido desbancar al noruego Nyland, cuya falta de consistencia ha generado dudas tanto en el club como en la selección.
La situación podría dar un giro inesperado. Bono, cuyo contrato con Al-Hilal finaliza en 2026, se convertirá en agente libre en enero. El marroquí ha mostrado interés en regresar al Sevilla FC, donde vivió los momentos más destacados de su carrera y se ganó el cariño de los aficionados. Su retorno podría ofrecer la estabilidad que el equipo necesita bajo los palos.
No obstante, este posible regreso enfrenta desafíos importantes. El salario actual de Bono en Al-Hilal supera significativamente lo que el Sevilla FC podría ofrecer, lo que requeriría un notable sacrificio económico por parte del guardameta. Aunque las conversaciones entre ambas partes son positivas, en el fútbol, las circunstancias pueden cambiar rápidamente, y el futuro de Bono sigue siendo incierto, manteniendo a los seguidores sevillistas a la expectativa.