A partir del 1 de enero de 2025, los pensionistas en España verán incrementadas sus pensiones, tanto contributivas como no contributivas, en un esfuerzo para mantener el poder adquisitivo frente a la inflación. La revalorización se basará en el Índice de Precios al Consumo (IPC), con una previsión de aumento del 3,06% para las pensiones contributivas, mientras que las pensiones no contributivas podrían experimentar un significativo aumento del 18,24%, alcanzando los 7.600 euros anuales. Además, se implementará un incremento del 10% en el complemento de la brecha de género y se anticipa la eliminación progresiva del límite de pensión máxima hasta 2050. Estas medidas buscan garantizar una mejora en las pensiones mínimas y el Ingreso Mínimo Vital por encima de la inflación, con vistas a elevar estas prestaciones al 75% del umbral de pobreza para 2027.
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