El Ministerio de Trabajo ha iniciado el proceso legislativo para reducir la jornada laboral semanal de 40 a 37,5 horas, un compromiso electoral del Gobierno de coalición. Aunque el acuerdo inicial fue alcanzado con los sindicatos CC OO y UGT, sin la participación de las empresas, el proyecto de ley ya fue aprobado en primera instancia por el Consejo de Ministros. Este texto será presentado al Congreso, aunque enfrenta críticas de la CEOE, que advierte sobre su impacto económico. Incluye medidas como la reforma del control horario y sanciones más severas por incumplimientos. Las empresas tendrán hasta finales de 2025 para adaptarse a las nuevas regulaciones.
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