El Consejo de Gobierno de Andalucía ha dado luz verde a la formulación de la primera Estrategia de Recursos Hídricos no Convencionales de la región, enfocada en la utilización de aguas regeneradas y desaladas. Estos recursos, que no provienen directamente del ciclo hidrológico natural, se presentan como esenciales para enfrentar los desafíos actuales y futuros en la gestión del agua en Andalucía.
La estrategia tiene como fin principal fomentar el uso de estos recursos no convencionales para asegurar la seguridad hídrica de la población andaluza, apoyar a los sectores económicos y preservar el patrimonio natural. A su vez, busca mejorar la adaptabilidad ante episodios de sequía y escasez, cada vez más frecuentes en la región.
Entre los objetivos específicos de la estrategia se incluyen el cumplimiento de los objetivos ambientales de la planificación hidrológica, garantizar el abastecimiento para la población y consolidar las demandas de los sectores productivos. Esto generará condiciones de estabilidad y competitividad, además de potenciar la capacidad de la sociedad andaluza para adaptarse a los efectos del cambio climático.
El papel del Consejo Andaluz del Agua será crucial en la elaboración de esta estrategia, al incluir a todos los agentes sociales y económicos relacionados con la gestión eficiente del agua. La participación de este organismo garantizará un enfoque integral y consensuado.
Andalucía, debido a su configuración física y socioeconómica, es vulnerable a la escasez de agua. La prolongada sequía de 2015-2024 ha evidenciado la necesidad de reforzar la seguridad hídrica más allá de lo estipulado en la planificación actual. Así, el agua no debe ser un obstáculo para el desarrollo sostenible de la región. La estrategia se plantea en un contexto de cambio climático y ante demandas emergentes, como las iniciativas de energías renovables basadas en hidrógeno verde, campo en el que Andalucía se destaca.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural prevé aumentar los volúmenes de agua regenerada y desalada. En aguas regeneradas, el objetivo es llegar a 180 hm³ para 2027 y 262 hm³ para 2039. Para las aguas desaladas, se espera alcanzar 170 hm³ en 2027 y 380 hm³ en 2039.
Las aguas regeneradas son tratadas adicionalmente tras su depuración, permitiendo su uso en agricultura, entornos urbanos, industrias no alimentarias y recreación, entre otros. Las aguas desaladas tienen su alta concentración de sales disueltas reducida para su consumo humano, riego o usos industriales.
Con esta estrategia, Andalucía busca no solo enfrentar la escasez de agua, sino también posicionarse favorablemente para responder a los retos ambientales y económicos del futuro.
Fuente: Junta de Andalucía.