La Policía Local de Granada detuvo a una mujer en estado de ebriedad tras provocar un accidente de tráfico al conducir su vehículo en dirección contraria con las ruedas reventadas. Durante su arresto, la mujer agredió a los agentes y se negó a realizar la prueba de alcoholemia. Finalmente, fue puesta a disposición judicial por varios delitos, entre ellos conducción bajo los efectos del alcohol y atentado a la autoridad. Además, el copiloto, propietario del vehículo, fue multado con 1.000 euros y perdió seis puntos del carné tras ser sorprendido también borracho al acudir a la comisaría para recoger el automóvil y someterse a la prueba de alcoholemia, arrojando un resultado de 0,61 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.
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