Lissette Ysabel Rojas, prófuga de la justicia, ha sido identificada por las autoridades chilenas como la principal responsable de un esquema de lavado de activos relacionados con estafas y extorsiones, manejando operaciones que superaron los 119 millones de euros. Estos delitos financieros han tenido un impacto significativo y han puesto en alerta a las fuerzas de seguridad que buscan desmantelar la red de blanqueo. La captura de Rojas se ha convertido en una prioridad para las autoridades, quienes continúan investigando el alcance y las ramificaciones de sus actividades ilícitas.
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