Ashburn y Dallas 2025: La Gran Competencia por el Dominio de los Centros de Datos Hyperscale

En un contexto de creciente demanda global por servicios en la nube, inteligencia artificial y almacenamiento, la industria de los centros de datos está experimentando una transformación sin precedentes. Dos regiones estadounidenses, Ashburn en Virginia y Dallas–Fort Worth en Texas, se disputan el liderazgo como centros neurálgicos de infraestructura digital.

La expansión del hyperscale, impulsada por el auge de la inteligencia artificial y los modelos generativos, requerirá una infraestructura robusta para soportar clústeres de GPUs y capacidades de energía y refrigeración masivas. Además, la entrega global de contenido, la adopción de estrategias híbridas y multicloud, así como las exigencias de soberanía y cumplimiento normativo, son factores decisivos que están configurando el futuro de los centros de datos.

Para 2026, se espera que existan más de 1.300 centros de datos hyperscale en todo el mundo, lo que hace que la elección de las ubicaciones sea un aspecto cada vez más estratégico.

En este sentido, Ashburn, en Virginia, se ha consolidado como líder histórico, con ventajas en conectividad y un ecosistema maduro. Su proximidad a Washington D.C. y su infraestructura de red son componentes clave en su atractivo. Sin embargo, enfrenta desafíos como el costo creciente de terreno y electricidad, así como limitaciones en la disponibilidad de suelo y recursos energéticos.

Por su parte, Dallas–Fort Worth se presenta como un fuerte competidor, con terrenos y energía abundantes. Este mercado emergente ofrece incentivos fiscales, costes energéticos atractivos y un entorno favorable para la inversión, características que atraen a gigantes de la tecnología. A pesar de esto, la resiliencia de su red eléctrica y las preocupaciones ambientales son áreas que requieren atención.

Las comparaciones entre ambas regiones revelan que Ashburn cuenta con una capacidad instalada más alta, mientras que Dallas muestra un crecimiento más rápido en capacidad y conectividad. La disponibilidad de terreno y los costes energéticos también favorecen a Texas, lo que ha llevado a empresas como AWS y Google Cloud a expandir su presencia allí.

La competencia entre Ashburn y Dallas refleja un enfoque hacia estrategias multi-región, en las que los operadores hyperscale buscan equilibrar latencia, costes y resiliencia. La inteligencia artificial, el edge computing y la sostenibilidad emergen como factores transformadores que influyen en las decisiones de despliegue.

Con un enfoque sostenido en la regulación y los incentivos, ambos corredores ofrecen un entorno atractivo para la inversión en infraestructura digital. Mientras que Ashburn se mantiene como estándar para cargas reguladas, Dallas se destaca como un centro de innovación y sostenibilidad.

En conclusión, el corredor Ashburn–Dallas se perfila como la hoja de ruta para la próxima generación de infraestructura digital. Los gigantes tecnológicos y los inversores se preparan para jugar en ambos frentes, reconociendo que el futuro de la infraestructura digital es una arquitectura distribuida y resiliente, donde ambas regiones son polos clave en el mapa.

Cayetano Andaluz
Cayetano Andaluz
Periodista y redactor de noticias de actualidad sobre Andalucía y sus provincias. También información en general.

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