La neerlandesa ASML, pieza importante en el ámbito de los semiconductores, ha dado un paso significativo al abrir su primera gran academia de formación en Estados Unidos. Situada en Phoenix, Arizona, el centro busca capacitar a más de 1.000 ingenieros al año con el objetivo de formar personal capaz de instalar, mantener y reparar máquinas que son esenciales para la producción de los modernos chips que impulsan la economía digital.
Este movimiento se enmarca dentro de una estrategia más amplia de Estados Unidos para incrementar su autonomía tecnológica y reducir la dependencia de Asia. La reciente oleada de inversiones en suelo estadounidense, facilitada por la CHIPS Act y llevada a cabo por gigantes como Intel, TSMC, Samsung y Micron, ha resaltado la necesidad de contar no solo con infraestructura sino también con personal cualificado que pueda operar estas instalaciones.
El nuevo establecimiento, llamado ASML U.S. Technical Training Academy, está estratégicamente ubicado cerca del aeropuerto de Phoenix y cuenta con 14 aulas y una sala limpia donde los estudiantes pueden trabajar con equipos de litografía de última generación, tanto de ultravioleta profundo (DUV) como de ultravioleta extremo (EUV). La academa ocupa un área de 5.200 metros cuadrados y está diseñada para operar las 24 horas del día durante los siete días de la semana, con una proyección de formar hasta 2.000 personas al año en el futuro.
Hasta ahora, muchos ingenieros debían trasladarse a Europa o Asia para recibir formación de este nivel. Con esta academia, ASML acerca el conocimiento especializado a Estados Unidos, alineándose con el auge de megaproyectos en Arizona y otros estados como Texas e Idaho, en busca de atraer más fábricas de chips.
La decisión no es casual. Arizona se ha convertido en un polo relevante en el ámbito de los semiconductores, provocado por inversiones estratégicas de empresas como Intel, que expande su presencia con nuevas líneas de fabricación, y TSMC, que está construyendo varias fábricas de alta tecnología en la región. Esta apuesta contribuye significativamente a la consolidación de un ecosistema de semiconductores donde, además de las instalaciones fabriles, se concentra talento altamente especializado.
Las máquinas de ASML, cuyo mantenimiento es comparado con el de un avión de combate F-35, representan algunos de los equipos más complejos del mundo, requiriendo personal extremadamente capacitado. La academia aprovechará prototipos y equipos retirados de producción para el aprendizaje, asegurando que no se afecte la entrega de nuevas herramientas ni la fabricación de chips en curso.
A pesar del alcance del proyecto, ASML ha decidido mantener en los Países Bajos parte de la formación más avanzada sobre sus herramientas High-NA EUV, que aún están en fase de calificación con clientes selectos. Sin embargo, la formación en DUV y EUV estándar desde Phoenix cubrirá una parte significativa de las necesidades inmediatas en el sector estadounidense.
La apertura de este centro no solo refuerza a Arizona como un núcleo clave de talento en semiconductores, sino que también fortalece la resiliencia de la cadena global de chips. El futuro de la industria no dependerá únicamente de la tecnología, sino también del talento que se forme para mantener el progreso de las fábricas a la vanguardia. La presencia de la academia de ASML en Arizona es una confirmación de ello, subrayando que este sector estratégico evoluciona tanto en las fábricas como en las aulas.








