En un movimiento que redefine el panorama tecnológico europeo, ASML, el titán holandés de la litografía avanzada, se ha consolidado como accionista principal de la prometedora startup francesa Mistral AI. Esta operación, revelada por Reuters, involucra una inversión de 1.300 millones de euros en una ronda de financiamiento total de 1.700 millones, elevando la valoración de Mistral a 10.000 millones de euros.
ASML, conocido por su dominio en el mercado de máquinas de litografía ultravioleta extrema (EUV), imprescindibles para la producción de chips de última generación de compañías como TSMC, Intel y Samsung, hace su primera incursión significativa en el ámbito de la inteligencia artificial. El movimiento busca fortalecer la soberanía tecnológica europea y mejorar los procesos industriales del propio ASML mediante la colaboración con Mistral.
La alianza entre chips e inteligencia artificial subraya una tendencia: la fabricación de semiconductores es cada vez más dependiente de la inteligencia artificial para optimizar procesos, desde la litografía hasta el mantenimiento predictivo. Con esta inversión, ASML no solo busca mantener su liderazgo, sino también beneficiarse de las innovaciones de Mistral en modelos de lenguaje y sistemas de IA abiertos.
Mistral AI, fundada en 2023, ya ha recaudado más de 1.000 millones antes de esta ronda. Destaca por sus modelos de lenguaje de código abierto, diseñados para eficiencia en la inferencia y despliegue empresarial. Además, trabaja en Mistral Compute, una infraestructura de IA que emplea 18.000 Superchips NVIDIA Grace, destacándose como un competidor europeo frente a gigantes como OpenAI o Google DeepMind.
El papel de NVIDIA en este ecosistema es fundamental: la colaboración entre ASML, Mistral y NVIDIA crea un trío estratégico que representa un impulso hacia una soberanía digital europea. Esta unión promete formar un ecosistema que integre hardware, infraestructura crítica y capacidad de IA punta.
Para ASML, el interés va más allá de lo estratégico. Aprovechar la IA de Mistral para optimizar tecnologías en áreas como el control de procesos, el mantenimiento predictivo y la metrología avanzada puede traducirse en mejoras significativas y ahorros millonarios. Esto ofrece una ventaja crucial ante competidores como Canon y Nikon.
La inversión de ASML en Mistral también destaca el esfuerzo europeo por construir autonomía tecnológica frente a Estados Unidos y China. Con Mistral valorada en 10.000 millones de euros, Europa cuenta ahora con un actor relevante en el campo de la inteligencia artificial, respaldado por el músculo financiero e industrial de ASML.
Rumores sobre el interés de Apple en adquirir Mistral añaden otra capa de complejidad. Aunque no hay confirmaciones, la inclusión de ASML en el consejo complica un posible acuerdo de adquisición con una empresa estadounidense, dado el peso estratégico del proyecto en Europa.
Mistral planea expandir su oferta adquiriendo startups más pequeñas, aprovechando los fondos frescos de esta ronda. Así, la entrada de ASML como principal accionista es tanto un movimiento estratégico como una necesidad en un contexto donde chips e inteligencia artificial están cada vez más entrelazados.
En conclusión, esta alianza promete ser un punto de inflexión para la soberanía tecnológica europea. Aunque las inversiones por sí solas no aseguran el liderazgo, este es un paso audaz hacia el objetivo de crear actores europeos fuertes en el ámbito de la inteligencia artificial, capaces de competir a nivel global.