El nombramiento de Teresa Peramato como nueva fiscal general del Estado ha generado reacciones variadas entre las asociaciones de fiscales. La Unión Progresista de Fiscales (UPF), que ella presidió, ha recibido con agrado la propuesta, destacando su extensa trayectoria de 35 años y su compromiso con los derechos fundamentales. Sin embargo, la Asociación de Fiscales (AF) y la Asociación Profesional Independiente de Fiscales (APIF) han mostrado más cautela, alegando una posible continuidad con el legado de Álvaro García Ortiz, el anterior fiscal general condenado por un delito de revelación de secretos. A pesar de las diferencias, todas las asociaciones coinciden en reconocer la experiencia y el rigor profesional de Peramato, esperando que su liderazgo ayude a recuperar la imparcialidad y prestigio del ministerio fiscal en un momento de división interna.
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