Las tensiones entre Estados Unidos y China se intensificaron hoy, después de que Washington anunciara nuevas sanciones económicas dirigidas a Beijing por presuntas violaciones a los derechos humanos y actividades cibernéticas maliciosas. El presidente estadounidense afirmó que estas medidas responden a la necesidad de proteger la seguridad nacional y los valores democráticos. La respuesta de China no se hizo esperar; calificó las sanciones como un acto de hostilidad y prometió tomar represalias proporcionales. Este nuevo episodio agudiza una relación bilateral ya tensa por disputas comerciales y conflictos geopolíticos.
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