La política colombiana ha reaccionado a las revelaciones sobre el intento del excanciller Álvaro Leyva de involucrarse con el Gobierno de EE.UU. para destituir al presidente Gustavo Petro. Aliados de Petro han condenado las acciones de Leyva, solicitando investigaciones por considerar que estas acciones evidencian intentos de golpe de Estado. La actual canciller, Laura Sarabia, calificó de «ruin y miserable» el actuar de Leyva, mientras el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, destacó la gravedad de la situación. La vicepresidenta Francia Márquez, mencionada por Leyva, negó implicaciones en conspiraciones y reafirmó su respeto al orden constitucional. Figuras del centro político también respaldaron al presidente, mientras que la derecha ha mantenido cierto silencio. En la sociedad civil, analistas exigen explicaciones por las acusaciones hacia Petro y la posible implicación de Leyva.
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