Canarias ha registrado más de 45.000 llegadas de migrantes en lo que va de año, tras la reciente arribada de cayucos a las islas de Lanzarote y El Hierro. Este flujo migratorio masivo refleja un incremento significativo en comparación con años anteriores, subrayando la creciente presión que enfrenta el archipiélago, que se ha convertido en uno de los principales puntos de entrada hacia Europa. Las autoridades se enfrentan al desafío de gestionar esta crisis humanitaria, abordando tanto las necesidades inmediatas de los recién llegados como las implicaciones a largo plazo para la región.
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