Hace dos años, se lanzaron los Planes de Pensiones de Empleo Simplificados (PPES) con la intención de facilitar a autónomos y pequeñas empresas un camino hacia una jubilación más segura. Sin embargo, la iniciativa no ha calado entre sus principales destinatarios: solo 53,000 trabajadores por cuenta propia se han sumado a estos planes, pese a la existencia de más de tres millones de autónomos en el país.
Los PPES ofrecen importantes incentivos fiscales y bajas comisiones. Permiten contribuciones anuales de hasta 5,750 euros, divididas en 1,500 euros para planes individuales y 4,250 euros para planes colectivos, lo cual resulta particularmente beneficioso. Aun así, el bajo nivel de adhesión se debe en gran medida a la falta de conocimiento sobre estos planes y a la percepción de que son complicados de contratar.
El acceso a los PPES está fuertemente condicionado por entidades promotoras, como colegios profesionales y mutualidades, lo que representa un obstáculo para muchos autónomos con agendas ya sobresaturadas. Además, el hecho de que las contribuciones tributables al momento del rescate generen cierto grado de incertidumbre no ayuda a aumentar la confianza en estos planes.
La situación se agrava al considerar que más del 60% de las pequeñas y medianas empresas desconocen la existencia de estos planes, y solo un 15% los ha implementado para sus empleados. Este desconocimiento se refleja en un contexto en el que el sistema público de pensiones enfrenta serias presiones, haciendo más crucial que nunca encontrar mecanismos de ahorro complementarios.
Aunque algunas entidades profesionales han logrado atraer usuarios a estos planes mediante una promoción efectiva, el panorama general demanda un esfuerzo de comunicación más intenso. Informar de manera clara y directa sobre las ventajas de los PPES podría transformarlos en una opción de ahorro viable para autónomos y pequeñas empresas, sectores que tradicionalmente tienen trayectorias laborales más variables y menores cotizaciones.
La necesidad de reformar la estrategia de difusión de estos planes se hace evidente para asegurar que cumplan con su propósito original: proporcionar un retiro más seguro a quienes, por su condición laboral, más lo necesitan.
