El campo de la salud sigue en constante evolución, y aunque se están desarrollando nuevas terapias que prometen revolucionar el tratamiento de diversas enfermedades, aún es imprescindible realizar más estudios para confirmar su eficacia y beneficios clínicos. Estas investigaciones adicionales son cruciales para validar científicamente las terapias emergentes antes de que puedan ser adoptadas de manera generalizada en la práctica médica. La comunidad científica está llamada a intensificar sus esfuerzos para garantizar que los pacientes reciban tratamientos basados en evidencia sólida, asegurando así su seguridad y bienestar a largo plazo.
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