La Conferencia de Presidentes ha comenzado con una fuerte tensión política entre el Partido Popular y el Gobierno español. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid, protagonizó un altercado con la ministra de Sanidad, Mónica García, al acusarla de ser considerada «asesina» por la gestión de las muertes en residencias durante la pandemia. García desmintió las acusaciones y criticó la reacción de Ayuso. Este incidente sigue al reciente desplante de Ayuso por la inclusión de lenguas cooficiales en la conferencia, lo cual causó un breve abandono de la sala. La frialdad también se evidenció en su interacción con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ayuso se mostró distante de sus colegas, aumentando la tensión en un contexto ya polémico.
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